Rafa Ruiz. 27/05/2025
El reciente incidente que involucró al Presidente Emmanuel Macron y a la primera dama Brigitte Macron a su llegada a Hanói, Vietnam, se ha convertido en un revelador caso de estudio en el ámbito de la comunicación política y el lenguaje no verbal.
Lo que a primera vista pudo parecer una interacción trivial, capturada por las cámaras al abrirse la puerta del avión presidencial, desató un intenso escrutinio y puso de manifiesto la fragilidad de la imagen pública en la era digital.
Este episodio subraya una verdad fundamental: en política, cada gesto cuenta, y la coherencia entre lo que se dice y lo que se comunica sin palabras es el pilar de la credibilidad.
El video mostró a Brigitte Macron colocando sus manos sobre el rostro del presidente, en una acción que algunos interpretaron como un "empujón", seguida de su aparente rechazo a tomar su brazo al descender del avión.
La reacción inicial de sobresalto de Macron, rápidamente enmascarada por una sonrisa forzada al percatarse de las cámaras, generó una disonancia visual. A pesar de los intentos oficiales por minimizar el incidente, calificándolo de "broma" o "momento de cercanía", las señales no verbales observadas contradecían esta narrativa, abriendo una brecha de credibilidad significativa.
El sobresalto inicial de Macron y el posterior rechazo del brazo por parte de Brigitte son ejemplos de "fugas" no verbales: respuestas espontáneas que revelan una emoción genuina o una incomodidad real, más allá de cualquier narrativa preestablecida.
Esta discrepancia entre la reacción espontánea y la posterior pose pública ilustra la "paradoja de la autenticidad" en la política: aunque los líderes buscan proyectar una imagen genuina, el acto de gestionar meticulosamente esa imagen puede hacerlos parecer inauténticos cuando ocurren momentos no guionizados.
La credibilidad es el activo más valioso de un político. La incongruencia entre la explicación oficial y el comportamiento observado en el incidente de los Macron puso en tela de juicio esta credibilidad. Si el público "deja de confiar en la integridad o las habilidades de un político, el rechazo se vuelve casi irreversible".
Además, el incidente desvió el foco mediático de la importante gira diplomática de Macron, que buscaba posicionar a Francia en el sudeste asiático, demostrando cómo los incidentes personales pueden eclipsar rápidamente las agendas políticas sustantivas.
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